Engañado y usado

El cambio de año tiene un efecto depresivo en mí. Me siento triste y perdido. Me siento vacío y olvidado. Este año me siento engañado y usado.

Hacía mucho, mucho tiempo que no me sentía tan burlado, tan estafado, tan defraudado, tan traicionado, tan decepcionado, tan desgastado, tan deteriorado, tan consumido, tan explotado y tan ajado.

No hay mayor traición que la mentira. Porque la confianza es como una hebra muy delgada de hilo de araña que une a dos personas y que cualquier movimiento brusco rompe en pedazos, alejando a dichas personas para siempre.


Cuando te mienten y te utilizan te sientes sucio y roto. Sucio porque te han usado como un trapo viejo en el que limpiarse la mierda de las manos. Roto porque te han desechado como el juguete que se tiró a la basura en cuanto apareció la primera grieta.


No puedo sentirme bien. No cuando uno descubre la falacia de la que ha sido partícipe sin saberlo. No cuando uno conoce que ha sido empleado como la cuerda que sólo sirve para salir del pozo. No puedo sentirme bien sabiendo que malgasté tantas palabras y tantas fuerzas en una partida que ya estaba perdida desde el primer movimiento.

Es difícil arrancarse la piel, porque duele. La piel de la mente y del alma duele todavía más.


Comentarios

Entradas populares